5 cortos de Alain Resnais

Guernica (1950, 13’), Las estatuas también mueren (1953, 30’), Noche y niebla (1955, 30’), Toda la memoria del mundo (1956, 21’) y El canto del estireno (1958, 13’).

Estos cinco cortometrajes son algunos de los primeros trabajos del realizador francés Alain Resnais. En ellos el director da prueba de un estilo bastante libertario que marcó una ruptura en la forma de hacer documental. Resnais se inició en el cine desde temprana edad, a los 14 años, cuando realizó su primer cortometraje; más adelante entraría al Instituto de Grandes Estudios Cinematográficos en Paris, emprendiendo su carrera cinematográfica tras la Segunda Guerra Mundial.

Resnais es más conocido por sus largometrajes de ficción que superan sus documentales, sin embargo estos últimos pese a ser sus primeras experimentaciones, son ejemplo de su creatividad visual y de sus intereses temáticos. Todos son ensayos sobre diferentes temas: la voz en off reflexiona sobre lo que vemos. Guernica es por ejemplo un documental en el que a través del cuadro de Picasso, se habla de lo que fue el bombardeo a este pueblo, acontecimiento perteneciente a la historia de la Guerra Civil Española. Es además la ocasión para denunciar tales sucesos. En este trabajo el realizador desarrolla el tema de la memoria, que es de su total interés, pues también está presente en Noche y Niebla, Toda la memoria del mundo, Las estatuas también mueren, Hiroshima mi amor (largometraje de ficción) y La guerra ha terminado (largometraje de ficción). En Noche y Niebla Resnais se pregunta por aquellos campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial que hoy están abandonados y son ya otra cosa diferente a la que fueron en un principio: hoy son memoria de ese pasado. Trabaja con material de archivo que combina en un collage, narrativa empleada en todos estos documentales. Resnais es de los que concibe la heterogeneidad de soportes como un recurso estilístico que puede ser explorado en el lenguaje audiovisual, así como su naturaleza fragmentaria. En Las estatuas también mueren el director explora además del tema de la memoria, el tema de la representación en el arte negro, que sería una imagen de la cultura africana.

En Toda la memoria del mundo Resnais reflexiona también sobre el tema de los espacios (presente igualmente en Noche y niebla y El canto del estireno). Deposita la mirada en la Biblioteca Nacional explora sus espacios en donde están concentrados cantidades de libros y palabras, que son los que hacen memoria. La fotografía y el montaje juegan un papel fundamental, pues de este modo es que logra hacer hablar este lugar. Hace hablar el espacio igualmente gracias a la voz en off que explica lo que allí acontece.

El montaje de estos documentales es acorde a su objeto, por ejemplo en El canto del estireno, este le proporciona un ritmo próximo al de un baile, además de la fotografía por los planos y los colores que arman una especie de coreografía.

Otro aspecto a resaltar en estos trabajos es la musicalización, fundamental en la narración, pues le proporciona ritmo y dramatización en conjunto con el montaje. La música hace también parte del collage narrativo, pues actúa a la medida de las imágenes, es decir su tono ese acorde a cada secuencia. Guernica es por ejemplo un bombardeo de imágenes y sonidos como lo fue el mismo hecho.